Just a quick thought.
My mission experience was wonderful. I loved every minute and I know it has helped shape me for the rest of my life.
Returned home has been filled with experiences just as joyful, but just like in the mission field it comes with its challenges.
I think one of the tougher things about returning to "the real world" has been being exposed to the news and the currents events of the world. It's important to keep up-to-date with what's going on in the world, but being loaded with lots of news that's hard to hear after a year and a half of being in a "bubble" was a little bit of a shock to me.
There was one day I was talking to my sisters (one of my favorite things to do how days, by the way) and something they said hit me pretty hard. It was the straw that broke the camel's back and I just wanted to break down and cry.
I decided to flip open the scriptures on my phone. I started where I had left off in the Book of Mormon in Ether 12. Just a few verses in I ran across this verse:
4 de modo que los que creen en Dios pueden tener la firme esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de Dios; y esta esperanza viene por la fe, proporciona un ancla a las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundando siempre en buenas obras, siendo impulsados a glorificar a Dios.
In English:
4 Wherefore, whoso believeth in God might with surety hope for a better world, yea, even a place at the right hand of God, which hope cometh of faith, maketh an anchor to the souls of men, which would make them sure and steadfast, always abounding in good works, being led to glorify God.
This brought so much peace to my heart.
It reminded me that this life is the the end, but a test. That this life is not our home, but the "better world to come" on the "right hand if God" is our true home.
I was filled with gratitude that the Lord has not left us alone in this journey home. Has has given us the scriptures, living prophets and apostles and the gift of the Holy Ghost to help us out.
This world gets scarier every day, but as long as we are doing our best to live the commandments and follow the prophet, we have nothing to fear.
From the words of Christ in D&C 50:
41 Fear not, little children, for you are mine, and I have covercome the world, and you are of them that my Father hath given me;
42 And none of them that my Father hath given me shall be lost.
I know this promise from the Lord is true. I know that we are His and that we have nothing to fear. I say these things in the name of Jesus Christ, Amen
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Un pequeño pensamiento.
La experiencia de mi misión fue absolutamente maravillosa. Estoy muy agradecida por cada minuto, los buenos y aún los malos. Sé que mi misión me ha ayudado llegar a ser la persona que Dios quiere que sea.
Regresando a mi casa ha sido una experiencia maravillosa también llena con momentos muy dulces. Pero ha estado momentos difíciles tal como los en el campo misional también.
Siento que uno de los dificultades más grandes al regresar al "mundo real" ha sido la exposición a las nuevas y los eventos mundiales actuales. Aún que es importante estar actualizado en los eventos del mundo, me sentía completamente abrumada al escuchar a todos los eventos que han sucedido durante el año y medio que he estado en la "burbuja" de la misión.
Había un día estaba hablando con mis hermanas (unas de mis cosas favoritas que hacer en esas días :) ) y una de ellas dijo algo que me impactó mucho y me hizo sentir muy mal. Sentí la compilación de todo que he sentido durante las últimas semanas y tenía ganas a llorar.
En ese momento decidí a abrir las escrituras en mi teléfono. Empecé a leer donde estaba leyendo en Éter 12. En algunos versículos leí este versículo:
4 de modo que los que creen en Dios pueden tener la firme esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de Dios; y esta esperanza viene por la fe, proporciona un ancla a las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundando siempre en buenas obras, siendo impulsados a glorificar a Dios.
(Énfasis agregado)
Este versículo llevó mucha paz a mi corazón.
Eso me recordó que esta vida no es el fin, sino un tiempo de aprobación. Me recordé que este mundo no es nuestro hogar y que este "mundo mejor" por la "diestra de Dios" es nuestro hogar verdadero.
Estaba llenada con gratitud al pensar que el Señor no nos ha dejado solo. Él nos a dado las escrituras, un profeta y apóstoles vivientes y el don del Espíritu Santo para ayudarnos y guiarnos.
Perece que tenemos más y más razones para temer en este mundo diariamente, pero si estamos haciendo todo posible para guardar los mandamientos y seguir al profeta, no tenemos nada que temer.
De las palabras de Cristo en DyC 50:
41 No temáis, pequeñitos, porque sois míos, y yo he vencido al mundo, y vosotros sois de aquellos que mi Padre me ha dado;
42 y ninguno de los que el Padre me ha dado se perderá.
Yo sé que este promesa del Señor es verdadero: que somos de Él. No tenemos nada que temer.
Les digo esas cosas en el nombre de Jesucristo, Amén.